viernes, 21 de diciembre de 2018

Un Mundo en Miniatura

Querido lector, ¿ha notado que las cosas más importantes muchas veces pasan desapercibidas? Es que solemos ignorar aquello que no vemos.

   Los organismos microscópicos fueron los primeros seres vivos en la Tierra; ellos sostienen todos los ecosistemas del mundo al liberar y reciclar nutrientes para otras formas de vida, como nosotros. Así, hay dos grandes grupos a los que me gustaría que les prestase atención: procariotas y  protistas. 



Un Mundo en Miniatura

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    ¿Sabía que si un extraterrestre viene a nuestro planeta, concluiría que sus amos y señores con los procariotas? ¡No se alarme! Sucede que ellos son más numerosos y diversos, habitan hasta en el rincón más recóndito del planeta.

    En caso de que no lo supiera, los procariotas fueron unos de los primeros en el planeta, son organismos unicelulares (sus pequeñas células carecen de núcleo), pero a pesar de ser tantos, suelen ser solitarios.

    Si repasamos algunos conocimientos básicos de biología, recordará usted que todas las formas de vida poseen información llamada ADN, pero como ya mencionamos, los procariotas carecen de núcleo y mitocondria, diferenciándose de esa manera de las eucariotas. Además, son casi ochenta veces más pequeños que el grosor de un cabello humano, por lo que solamente podemos verles a través de un microscopio. 


  Procariotas son las arqueas y las bacterias.

    Son extremadamente resistentes; de hecho, sobreviven desde el último rincón de la biosfera hasta lo más profundo del océano, soportando temperaturas extremas e, incluso, la radiación, gases venenosos y ácidos corrosivos. Usted pensaría que hablamos de una cucaracha, como la de la película de Wall-E, pero no, hablamos de procariotas; organismos microscópicos que se alimentan de materia muerta o a costa de otros organismos vivos. Comprendo que les precede su mala fama por causar enfermedades, pero resulta que también son esenciales para la salud, por ejemplo, tenemos bacterias en los intestinos que descomponen los alimentos y permiten la fabricación de nutrientes esenciales. No olvide lo que le mencioné al principio del artículo: sostienen todos los ecosistemas del mundo.

    Pero también está la otra cara de la moneda, la que no es tan numerosa pero igualmente importante. ¡Sí, así es! Las eucariotas, y dentro de ellas, le destaco las protistas (desde las amebas hasta sargazos gigantes); definitivamente son más complejos que las procariotas y producen la mayor parte del alimento y oxígeno de la tierra.

    Tengo que aclararle que las protistas son, en su mayoría, unicelulares, y se diferencian de las procariotas por poseer núcleo (que nunca se le olvide). No son tan complejos como otros eucariotas que mencionaremos más adelante, hablamos de plantas, hongos y animales, pero incluyen una enorme gama de formas de vida. Naturalmente tampoco podemos verles, son tan pequeños como para infestar glóbulos rojos, pero hay otros que son tan grandes (sargazos - un alga -) que llegan a medir metros, esos es imposible que no los veamos. Dos conocidos ejemplos de protistas son: las amebas y el plancton.

    Un rol interesante de los protistas es que desempeñan un papel vital en la fotosíntesis y en el reciclado de materia. Sin embargo, como a todos los microorganismos, se les conoce más por su papel negativo sobre la salud, como en la causa de la malaria, la enfermedad del sueño y la marea roja.

Protistas son las amebas y afines, los flagelados, rizarios, alveolados, heterocontos, y algas rojas y verdes. 


    Como siempre, este es solo un pequeño recordatorio y revisión de El Libro de la Naturaleza de editorial DK; sin embargo, le animo a visitar los link ocultos dentro del artículo para aprender más cosas.

    Ya sabe que siempre agradezco su lectura y le invito a visitar otras secciones del blog. Comente, deje su "me gusta" y comparta.

¡Hasta la próxima!

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Testimonios del Mundo

Querido lector, siempre se ha dicho que los fósiles son las memorias de nuestra querida Tierra; nos entregan pistas sobre la evolución de la vida y sobre la historia del planeta. Por esa razón, en esta ocasión hablaremos brevemente de:



Fósiles

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Ciertamente ya tenemos claro que la vida en la Tierra se remonta hace ya unos 3.800 millones de años; también sabemos que los primeros organismos eran muy pequeños y con cuerpos que apenas dejaron rastros sobre el planeta. De hecho, los conocimientos que tenemos sobre la vida los hemos adquirido gracias a las rocas. ¡Oh!, pero no cualquier roca, ¡no señor!, nuestras principales aliadas han sido las rocas sedimentarias. 

¿Se acuerda cómo se formaban las rocas sedimentarias? 
Si su respuesta es sí, continúe leyendo. Si su respuesta es no, le invito a buscar la información necesaria en este link (está cortito y amigable).

Imagínese que mientras se formaba una sección de la roca sedimentaria, un animal o una planta llegaba a sus últimos momentos; el cadáver se cubría con los componentes que constituían la roca y algunos fragmentos de él, o su silueta de carbón (en el caso de las plantas), permanecía grabado e imperturbable hasta que, llegado el presente, es descubierto por nosotros... bueno, no nosotros exactamente, pero sí algún científico o estudioso del área. ¿Le recuerda esto a la primera película de Jurasic Park?


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Esos fragmentos que comenzaron a fosilizarse adquirieron una importancia extraordinaria y, de esa manera, las rocas sedimentarias se convirtieron en un banco de datos global, un muestrario de fósiles, un almanaque natural de la historia del plantea, como prefiera llamarlo. ¿Por qué se pregunta usted, mi querido lector? Pues porque los fósiles, tal como le indiqué en un principio, marcan el itinerario de la evolución de la vida y de las extinciones masivas.

¡Ojo! 
El hecho que existan fósiles no significa que toda la historia del globo está resumida en ellos. Aunque le parezca cruel, fósil llega a ser una ínfima porción de los seres vivos que han existido; de hecho, en lo que a tierra firme respecta, el convertirse en fósil o no, es solo una cuestión del azar (avalanchas, inundaciones, aludes, etc.). Historia diferente es para los animales marinos, que tienen más posibilidades de fosilizarse pues en el fondo marino la acumulación de sedimentos es un tanto más habitual.


¿Cómo es que se forma un fósil?
Una vez que los restos de uno u otro ser vivo son enterrados, comienza el trabajo de los minerales. Estos componentes, disueltos por cierto, comienzan a infiltrarse en los restos (particularmente en los de mayor dureza), hasta que estos quedan literalmente petrificados. Le invito a mirar la imagen de abajo para que le quede más claro.

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Parece fácil, pero no es tan sencillo que un fósil llegue hasta el día de hoy. Una vez que se petrifican, los fósiles pueden ser destruidos en lo profundo de la corteza, producto del calor, la presión y (en efecto) los movimientos geológicos o actividad tectónica (¿recuerda que la tierra se mueve?). Si por azares del destino sigue existiendo, los mismos movimientos de las placas (el levantamiento) sacarán el fósil hacia la superficie. Una vez fuera comienza el turno de la erosión que saca al fósil de la roca y lo deja listo para ser descubierto.



Definitivamente en el mundo fósil hay cosas bastante interesantes y no todas tienen que ver con el cadáver de algo; de hecho podemos encontrar icnofósiles, que son huellas, madrigueras u otras señales de actividad animal que nos muestran, de manera bastante interesante, cómo vivían ciertos animales.

Supongo que para estas alturas ya se lo habrá supuesto, pero se lo diré de todas maneras. Hay tipos de fósiles. ¡Exacto! Aunque no lo llamaríamos una clasificación, pero nos ayudan a comprender los tipos de restos con los que estamos tratando. Se distinguen tres:

Plantas Fósiles.-

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En nuestro almanaque fósil, las plantas son los primeros seres vivos que vamos a encontrar, aunque se imaginará que, por lo general, lo que se encuentran son las siluetas de las mismas. Sin embargo, pueden hallarse cosas bastante interesantes como  los tejidos para transportar agua y nutrientes de las plantas vasculares (ver imagen de la izquierda).




Invertebrados Fósiles.-

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Están entre los fósiles más comunes y entre ellos es más habitual encontrar moluscos, corales, artrópodos, braquiópodos y equinodermos. Recuerde que los invertebrados no poseen esqueleto interno, pero sí un exo-esqueleto duro; además, vivían en el mar, y ya acordamos que los animales marinos tenían más posibilidades de llegar a convertirse en fósil (agréguele a eso sus partes duras y tenemos la combinación para el fósil perfecto).


Vertebrados fósiles.-

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¿Se acuerda que dijimos que llegar a convertirse en fósil, en tierra firme, era cuestión del azar? Naturalmente eso significa que este tipo de fósiles no es tan abundante. Sin embargo, por ley, suele venirse a la mente los dinosaurios, como en la imagen.



Hasta aquí es lo que le puedo comentar sobre los fósiles, pero con calma, en el transcurso del artículo le dejé muchos link ocultos por si quiere leer más cosas.

Por mi parte:

Querido lector, ya se lo he dicho más de una vez, pero continuaré repitiéndoselo. No tengo hijos, pero si los tuviera los animaría a leer El Libro de la Naturaleza, el cual estoy usando como guía para los artículos de la sección de Generalidades; fue publicado originalmente el Gran Bretaña en 2010 por la editorial Dorling Kindersley
Nuestra odisea por la primera parte de esta maravillosa enciclopedia ha llegado a su fin, pero no se desanime, todavía nos queda mucho por recorrer. 

¡No hay límites para aprender cosas nuevas!

En la siguiente oportunidad le invitaré a recorrer el maravilloso mundo de la vida microscópica; hasta entonces, le agradezco por su apoyo y fiel lectura.

¡Nos vemos!

sábado, 1 de diciembre de 2018

Sobre Cuentos de La Lupa

Querido lector, no sé si habrá notado que me encanta escribir. Es por esa razón que hoy haremos una pausa a las publicaciones habituales y le contaré un poco sobre una de las otras secciones de este blog. Me imagino que con el título ya estará suponiendo que le hablaré sobre "Los Cuentos de La Lupa" o, en su nombre cariñoso, "La Lupa".


Los Cuentos de la Lupa

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Verá usted, cuando era pequeña me conformaba únicamente con leer y perderme en las páginas de los libros que llegaban a mis manos. Con el tiempo, mientras enviudaba cada vez que acababa de leer una novela o libro de cuentos (déjeme un comentario si a usted le ha pasado eso), comencé a necesitar más: 

- ...más de la misma historia; 
- ...otro final pues el original me había dejado insatisfecha; 
- ...mayor desarrollo de la historia de uno o varios personajes pues me había parecido insuficiente.
Lo mismo me pasaba con las películas o series de televisión. 

Fueron esas situaciones, entre otras cosas de la vida, las que me animaron a escribir. Inicié con historias paralelas a las que leía o veía; luego comencé a mezclar lo que leía con los caracteres de alguna serie de televisión o una película que me hubiese gustado. Con el tiempo, evolucioné un poco, y acabé usando los personajes de las series que me apasionaban en historias propias y, paulatinamente, fui creando mis propios personajes, universos y aventuras.

Perdí la cuenta de los cuentos (rima) que he escrito y, muchas veces, me ha pasado que me encuentro con historias que desarrollé hace mucho tiempo (que no recordaba) y me pierdo entre sus líneas, disfrutando de la lectura. Lo cierto es que también me gusta que mis invenciones sean disfrutadas por otros, y fue precisamente este último pensamiento el que me llevó a aventurarme y dar un paso más allá.

Publiqué mis primeros tesoros de manera independiente en una página web en la que los lectores podían disfrutar de una lectura de prueba de mis historias y, si les gustaban, tenían la posibilidad de encargar por su cuenta la impresión y envío del libro completo. Así fue como se hizo real. Publiqué mis dos primeros libros en el año 2016:

Tres Días con un Ángel
- Vita in Terra

Pero no crean que esa fue la primera vez, ya antes publicaba bajo un seudónimo en una reconocida Web de Fanfictions.

Luego, en respuesta a un desafío, me aventuré con una novela que mezcla el suspenso, la fantasía y el erotismo; aún la estoy editando, pero ciertamente ha quedado bastante interesante (aunque sea yo misma quien lo diga). Espero poder publicarla de alguna manera que sea más accesible y grata para mis lectores. 

Ahora bien, el hecho de que esté trabajando en una novela específica, no es suficiente para saciar mi imaginación. A decir verdad, el 80% del tiempo estoy maquinando alguna historia, ya sea larga o corta. Y, de esa manera, comenzó a hacerse necesario el poder escribir en cualquier momento o lugar (cualquier estímulo hace que mi mente cree a mil por hora). Aunque en una computadora escribo infinitamente más rápido, no puedo ir por la vida cargándola en la cartera, así que los cuadernos de notas y pequeñas libretas se han vuelto mis mejores aliados (mis amigos lo saben, por eso, cada cumpleaños recibo por lo menos dos. ¡Eso se agradece mucho!).

Antes de seguir desviándome del punto original quiero aclarar que el motivo de esta sección del Blog está relacionado con esas maravillosas libretas. Como dije, muchas veces maquino historias cortas que bien podría compilarlas en un segundo libro de cuentos (de hecho, para allá vamos). También dije que me encanta que otros lean mis escritos, y por supuesto que me fascina recibir feedback: comentario, "me gusta", "compartir", "Seguir" - cualquiera de esos se agradece siempre y me motiva a seguir la odisea.

Fue entonces cuando mi ampolleta de ideas geniales se iluminó, dando origen a la sección "La Lupa", un compilado de historias, inspiradas en la vida real, nacidas de situaciones ordinarias, pero interesantes; cada una de ellas, narrada desde el punto de vista de esta alocada escritora.

Le invito cordialmente, mi querido lector, a visitar esta sección y dejarme algún incentivo para continuar.


¡Hasta pronto y muchas gracias por su fiel lectura!

Visita La Lupa

viernes, 30 de noviembre de 2018

Las Rocas También Hacen Historia

Querido lector, hablemos de rocas. Las rocas también hacen historia;  están compuestas por mezclas de minerales, de allí que revisamos un poco de ellos antes de llegar a este punto. Si usted recién se está integrando a nuestras filas, le sugiero revisar desde el siguiente link en adelante, para que no se confunda. Ahora bien, si ya ha estado siguiendo estas publicaciones por un tiempo, siéntase libre de continuar leyendo este artículo.



Rocas



Como usted ya sabe, las rocas forman parte de la corteza; cuando pensamos en una roca, lo primero que pasa por nuestra cabeza es su característica sólida y su fuerza, pero rara vez pensamos que para formarse, las rocas fueron sometidas a un constante cambio, durante el cual fueron destruidas y reconstituidas. ¿Sabía usted, mi querido lector, que la más antigua de las rocas tiene unos cuatro mil millones de años? ¡Apuesto que lo último que se imaginará es que ésta se encuentra en Canadá!

En uno de nuestros primero episodios, hablamos sobre las rocas parcialmente. Gracias a lo que allí aprendimos, sabemos que estos importantes componentes se han formado debido a la actividad tectónica de la tierra, en un ciclo que comenzó cuando se formó la corteza terrestre. En ese mismo episodio, también aprendimos que existen distintos tipos de rocas. ¿Usted creía que solo los minerales se clasificaban? ¡No, no, no! Recuerde que en este hermoso planeta en que vivimos, todo se clasifica; así se distinguen tres grupos de rocas: ígneas, sedimentarias y metamórficas. El que una roca pertenezca a uno u otro grupo, depende del proceso mediante el que se formó. En esa ocasión, me comprometí con usted a hablar un poco más en detalle sobre esa clasificación. Ya sabe que lo prometido es deuda, así que ¡prepárese para saber un poco más!


Rocas ígneas.-


Se forman por el calor volcánico, gracias al magma fundido del manto terrestre. Es así como el basalto (a la izquierda), es una roca cristalina de color negro que se forma por las erupciones volcánicas en la superficie terrestre, un dato curioso es que puede encontrarla en el fondo marino. Otro dato curioso del basalto, es que se utiliza habitualmente en masoterapia con piedras calientes.

Para que no se confunda, mi querido lector, las rocas ígneas se forman cuando una masa fundida se solidifica. 

Algo interesante de estas rocas es que se clasifican en dos tipos: las extrusivas y las intrusivas. Las primeras se forman de lava en la superficie terrestre; y, las segundas, se originan bajo la tierra, a partir del magma. 

¿Qué cuál es la diferencia entre lava y magma? ¡Esa es una excelente pregunta!

De acuerdo al National Geographic, la diferencia está en la ubicación. El magma es la roca que todavía se encuentra bajo la tierra; y cuando llega a la superficie y continúa fluyendo como un líquido se convierte en lava. Algo interesante del magma es que no es igual en todas partes, tiene una composición química diferente y, por lo tanto, propiedades diferentes. Así que si le interesa aprender un poco más sobre eso, le invito a visitar el link oculto para aumentar sus conocimientos.




Retomando lo nuestro... ya sea por lava o por magma, las rocas ígneas están compuestas por combinaciones de minerales, dentro de los que principalmente se encuentran los feldespatos y los cuarzos. Algunos ejemplos (además del que ya se colocó más arriba) serían: piedra pómez, bomba volcánica fusiforme, cabellos de pelé, obsidiana, dacita, entre otras.


Rocas sedimentarias.- 


Se forman en la superficie terrestre y se caracterizan porque tienen capas; por lo general resultan gracias a la erosión causada por el agua o el viento, los que liberan y transportan partículas que forman rocas nuevas. También pueden producirse por la evaporación del agua, o incluso a consecuencia de materiales biológicos (como esqueletos de animales o restos de vegetación).

Entonces, son sedimentos depositados por el viento, agua y el hielo sobre la superficie; estos depósitos son enterrados y con el paso del tiempo dan origen a estas rocas que se caracterizan por sus capas. En la imagen que se encuentra arriba, podrá apreciar con mayor claridad eso de las "capas"; como con el paso del tiempo se va agregando una capa de sedimento por sobre otra, la roca que se forma se verá más o menos de esa manera.

Lo interesante es que, al igual que las ígneas, las rocas sedimentarias también se sub-clasifican en clásticas (formadas por fragmentos de rocas) y químicas o bioquímicas (según su composición).


Rocas metamórficas.-
Se habla de metamorfosis o cambio, esto ocurre bajo la superficie y es causado por las variaciones de temperatura y/o presión. En otras palabras, cuando las rocas de la corteza se ven sometidas al calor, presión o ambos, se transforman. Ahora bien, este fenómeno se conoce como metamorfismo, y se da en tres circunstancias diferentes.

Existe el metamorfismo de contacto, que es cuando un calor intenso y
localizado se irradia por una masa de roca ígnea, provocando una re-cristalización y redondeándola. Otro tipo de metamorfismo es el regional, este afecta zonas más amplias, con cierta profundidad y ocurre a causa de calor y presión intensos. Finalmente, está el metamorfismo dinámico que es por los movimientos de la tierra (como la actividad tectónica), lo que puede pulverizar la roca.

Tenemos varios ejemplos de rocas metamórficas, pero uno de los más conocidos es el mármol (a la derecha). 


Estimado lector, eso es todo lo que puedo comentarle sobre las rocas por ahora. Ha sido un capítulo breve, pero próximamente nos volveremos a encontrar con un nuevo episodio de esta enciclopedia de la naturaleza, para discutir sobre los fósiles.

Como siempre, muchas gracias por su apoyo y lectura. 


¡Nos vemos!

sábado, 17 de noviembre de 2018

Tipos de Minerales: los últimos, al fin.

¡Buenas noches, mi estimado lector! Finalmente nos encontramos en la recta final de los minerales. De mas está decir que ha resultado una fase de nuestra historia un tanto accidentada, considerando el espacio universal entre las publicaciones. Sin embargo, y por fortuna, no hay deuda que no se cumpla. Sin otra interrupción, dejo ante usted, la última porción de los minerales que conforman nuestra corteza terrestre.

Tipos de Minerales
- Parte III -



Nuevamente le recuerdo, que puede que necesite revisar la tabla periódica mientras lee, así que aquí está el link de la publicación que la contiene: clic aquí.


Silicatos.-
De todos los grupos minerales en la corteza, los silicatos son los que más abundan; están compuestos por silicio y oxígeno, los cuales se combinan con otros elementos. Lo interesante es que existen seis grupos, según su estructura cristalina: neosilicatos, sorosilicatos, testosilicatos, inosilicatos, filosilicatos y ciclosilicatos.

¿Ahora entiende por qué dejé los silicatos para el final?

Neosilicatos
Podría decirse que son minerales relativamente abundantes y densos. También tienen sub-clasificaciones de acuerdo a la composición iónica; sin embargo no entraremos a detallar cuáles son. 
Algunos ejemplos de este grupo poseen nombres bastante curiosos, tales como: humita, euclasa, amanita, piropo; pero también encontramos algunos que ya hemos escuchado antes, como: topacio, circón (a la izquierda) y olivino.



Sorosilicatos



Estos minerales no son muy abundantes; de hecho, se conocen aproximadamente 70, y la mayoría son relativamente raros. 
Algunos ejemplos son: epidota (a la derecha), axinita, danburita y vesuvianita.






Ciclosilicatos


Estos tienen una formación de anillos entrelazados, que pueden ser simples o dobles. Dentro de ellos hay algunos que son muy raros, algunos raros y otros habituales o corrientes. 
Algunos ejemplos son: turmalina, berilio, heliodoro (a la izquierda).







Inosilicatos


Sus componentes forman cadenas y están constituidos por numerosos tipos. Algo interesante es que constituyen cerca del 16% del peso de la corteza terrestre.
Algunos ejemplos serían: tremolina, rodonita, jadeíta (a la derecha), augita y actinolita, entre otros.





Filosilicatos

Son minerales relativamente comunes. Algo interesante de este grupo es que incluye a las arcillas (uno de los tantos grupos en los que se sub-dividen), que se caracterizan por ser partículas muy finas y aplanadas, y se les puede encontrar en las rocas sedimentarias (algo que veremos mas adelante). Por decirlo de alguna manera, los filosilicatos tienen una apariencia hojosa (o escamosa); son blandos y de peso bajo.
Algunos ejemplos: talco, pirofilita, moscovita, okenita (a la izquierda), entre otros.


Tectosilicatos


Son abundantes, de hecho, hablamos de un 64% de los minerales de la corteza terrestre, por lo mismo son de importancia ambiental. Dentro de todas las sub-clases de silicatos, se les considera los más estables.
Algunos ejemplos interesantes son: cuarzo rosa, cuarzo lechoso, ágata, jaspe, ópalo, ónice y el cristal de roca (a la derecha).




Así mi querido lector, hemos terminado nuestro recorrido por los minerales. Ahora que hemos finalizado lo básico, podemos continuar en el siguiente capítulo de "El Libro de la Naturaleza" para esta sección, correspondiendo el turno a las rocas. Pero eso es algo que veremos en la próxima ocasión.

Me despido, agradeciendo como siempre, su lectura. ¡Hasta la próxima!

lunes, 22 de octubre de 2018

Tipos de Minerales: otros nueve más

¡Muy buenas noches, mi estimado lector! Como ya habrá sospechado, hoy continuaremos nuestro recorrido por el mundo de los minerales. En esta ocasión, durante nuestro camino, conoceremos las maravillas y secretos de nueve compuestos de nuestra corteza terrestre.

¿Comenzamos?

Tipos de Minerales
- Parte II -


Recuerde que puede que necesite ir mirando la tabla periódica, la que encontrará en este link: clic aquí.


Boratos.-

Tenemos un radical, llamado borato (BO3); los elementos metálicos se combinan con él y da origen al grupo mineral que lleva su nombre. ¡Existen más de cien!, y llevan nombres curiosos e interesantes como bórax (arriba), kernita, ulexita y colemanita (izquierda). Son pálidos, blandos y de baja densidad (escala de dureza de Mohs - al final de la publicación linkeada).
Como dato curioso, ¿sabía que los boratos se usan para el aislamiento térmico en las fibras de vidrio? También se los usa en la fórmula de anticongelantes. De hecho un uso importante es maximizar la producción de petróleo y gas natural. ¿Interesante, verdad?


Nitratos.-

Son un grupo reducido. Los elementos metálicos se combinan con un radical nitrato (NO2). Algo curioso es que muchos se disuelven fácilmente en el agua y suelen aparecer en sectores áridos (si, está en lo cierto, eso se debe a su karma con el agua). ¿Quiere saber algo interesante? Se les usa como fertilizantes y... explosivos. Dar y quitar vida, qué paradójico. La nitratita (aunque donde sea que busque aparece como nitratina)es un mineral de este grupo y se da mucho en Chile (donde vivo).
Sin espantarse, pero la nitratina también la usan como preservante en carnes, quesos y embutidos.



Sulfatos.-

Mi querido lector, lo que imaginó es correcto; está compuesto por un radical sulfato (SO4). Son raros, aunque existan unos 200 tipos, pero hay algunos más abundantes que otros, como el yeso. De hecho, algunos llegan a tener importancia económica, como la barita, usada para lubricar los taladros de plataformas de petróleo (es la de la imagen, linda ¿verdad?).


Cromatos.-

Nuevamente tenemos un radical, esta vez llamado radical cromo (CrO4). Otro grupo que también es raro, el único relativamente conocido es la crocoíta (imagen a derecha). Destacan por sus colores vivos, razón por la que muchos les coleccionan. ¿Se le haría raro que le comentase que les usan para colorantes y pinturas? También los usan en moldes para ladrillos y, como no, en porcelana y cristalería.




Molibdatos.-

Seguimos con el universo radical, y en esta ocasión encontramos al radical molibdeno (MoO4). Al parecer, un requisito para tener un radical en tu conformación es ser un mineral raro porque, sí, estos también son raros. La wulfenita (a la izquierda) es un ejemplo conocido de este grupo, tiene unos hermosos cristales naranjas o amarillos. También la coleccionan, y fuera de esos no tiene otro uso muy relevante.


Wolframatos.-


Así seguimos con los nombres raros y los radicales. Aquí se observa un radical wolframio (WO4); en efecto son raros, pero, a diferencia de los otros, son de color oscuro. El mineral del costado, que parece ser sacado de una historia de Harry Potter, es la Hübnerita, un ejemplo de este grupo mineral, cuyo uso se limita a colección (aunque no parece raro, considerando su apariencia exótica).



Fosfatos.-

A estas alturas, querido lector, no debe extrañarle que diga que este grupo mineral está compuesto por un radical fosfato (PO4), que forma una familia de más de 200 variedades y que muchos de ellos sean muy raros. Parece ser un requisito para tener un radical en su composición. Pero algo curioso de este grupo es que hay algunos elementos que son radiactivos. Ahora bien, para ser tan raros, tienen una multitud de aplicaciones: alimentos, pastas de dientes, pintura, detergentes, cementos y ladrillos. Un ejemplo de este grupo a la izquierda es la turquesa, que tiene amplio uso en joyería.


Vanadatos.-


Radical vanadato (VO4), pero aquí sí que hay muchos especímenes raros, densos y de colores vivos. Aunque la mayoría de ellos no tiene valor comercial, le llamará la atención saber que la carnotita (a la derecha) destaca entre las demás al ser una fuente importante de uranio. 



Arseniatos.-

Estos son los más raros, en definitiva. También llevan un radical arseniato (AsO3 o AsO4) con un elemento metálico. Son de colores vivos en su mayoría, pero hay unos cuantos más opacos. Un ejemplo es la calcofilita (en la imagen).
Sus usos dependen de la variedad de la que se hable, pero en el caso de la calcofilita sería para colección y en muy rara ocasión como mena de cobre.


¡Eso es todo! Por hoy, le alegrará saber que nos queda un capítulo más de minerales y subimos de nivel en la escala de la corteza terrestre. Por ahora, muchas gracias por su lectura.

Como siempre, gracias por el apoyo.
¡Nos encontramos en el próximo episodio!

lunes, 15 de octubre de 2018

Tipos de Minerales: primeros ocho

En el capítulo anterior comenzamos a hablar sobre los minerales; en esa oportunidad acordamos que esta semana trataríamos el tema de los distintos tipos de minerales. Como siempre, usaremos nuestra guía de historia: El Libro de la Naturaleza; y, como es habitual, para profundizar la lectura, le animo a visitar los link sugeridos durante la publicación.





Tipos de Minerales

Mi querido lector, antes de comenzar con la descripción de cada uno de los tipos de minerales, le sugiero repasar rápidamente la tabla periódica, pues aunque me imagino que ya lo habrá supuesto, esto tiene que ver con la química (aunque a usted y a mí quizás no nos guste).




Elementos Nativos.-
¿Sabía usted que existen al menos 88 elementos naturales, alias minerales, en nuestro querido planeta? Ahora bien, como mencionamos en nuestro episodio anterior sobre los Minerales, estos se clasifican según su composición; de ellos, muy pocos se dan en estado nativo, unos 22 para ser exactos. Como ya mencionamos, son elementos o minerales sin combinación con otros elementos, es decir, se encuentran en su estado puro. De hecho, estos se subdividen en tres categorías: metales (como el platino, mercurio, plata, cobre), semi-metales (como antimonio, arsénico) y no metales (como azufre, carbono, grafito).


Sulfuros.-
Los sulfuros son un gran grupo de minerales, mi querido lector, su base de composición es azufre, el cual se combina con uno o más metales. A menudo es posible apreciar cristales en esta variedad de mineral, por lo general son de densidad alta y de lustre metálico.
En la imagen de la derecha encontraremos un ejemplo, cobaltita, que es un sulfuro de arsénico y cobalto que abunda en Suecia y Noruega.


Sulfosales.-
Querido lector, ¡aquí encontrará alrededor de 200 minerales! Pero aunque son muchos, son raros, y sí, están relacionados con los sulfuros. Como se imaginará, su compuesto base es el azufre, pero en este caso, está combinado con elementos metálicos (como plata, cobre, plomo o hierro) y un semi-metal (usualmente arsénico o antimonio).
El hermoso mineral de la izquierda es proustita, un ejemplo de sulfosal que se ha creado por la combinación de azufre, plata y arsénico.


Óxidos.-
En ocasiones, determinar el elemento de base de algunos minerales es bastante sencillo, y este es el ejemplo perfecto. Exactamente como lo habrá imaginado, los óxidos están compuestos por oxígeno (y otros elementos). Algo atractivo de esta variedad de minerales es que presentan colores vivos, e incluye los principales de hierro, manganeso, aluminio, estaño y cromo (además de otros tantos que son buscados para gemas). Los hematites (a la derecha) son un ejemplo de esta familia, los cuales son muy usados por su propiedad energética de transmutación de energía.


Hidróxidos.-


Compuestos por un elemento metálico y un radical hidróxido (OH). Por lo general son blandos (en relación a la escala de dureza de Mohs), al menos la mayoría de ellos; y comúnmente se forman por una reacción química.
Aquí a la izquierda encontrará un ejemplo, corresponde a brucita; un dato curioso de ella es que es un retardan del fuego.



Haluros.-

Se forman cuando un elemento metálico se une a un elemento halógeno (los que están en el grupo 17 de la tabla periódica: yodo, cloro, flúor y bromo). Querido lector, a modo de paréntesis, ¿sabía usted que los halógenos se usan para hacer todo tipo de cosas? De hecho, las lámparas halógenas están dentro de ese "todo tipo de cosas" (contienen bromo o yodo). El teflón que tanto le gusta de su sartén también es un polímero constituido en base a un halógeno.
Este mineral de la derecha, tan bonito como el arcoíris, es fluorita, un haluro. Pero que no le engañe su hermosura, de hecho se usa para obtener ácido fluorhídrico (compuesto químico altamente peligroso y corrosivo).


Carbonatos.-
En esta variedad encontraremos compuestos metálicos o semi-metálicos combinados con un radical carbono (CO3). ¡Conocidos hay más de 70 minerales! Aunque no debe sorprenderle que se escuchen tres con más frecuencia: calcita, dolomita y siderita; pasa que estos tres son los más abundantes en la corteza terrestre. Por lo general son pálidos, pero algunos, como el de la imagen de la izquierda, destacan por su vivo colorido. Es una malaquita.



No sé si se lo había mencionado anteriormente, pero soy de la creencia de quien mucho abarca, poco aprieta. Esto quiere decir que no es mi intención sobrecargar su mente con contenido; en consecuencia, hasta aquí llegamos por hoy.

A fin de cuentas, aprender sobre minerales puede llegar a ser muy entretenido, sobretodo si puede ir mirando imágenes de los mismos, comprendiendo para que los usamos en el día a día, o conociendo algún dato curioso sobre los mismos.

Como siempre, le agradezco la lectura y el apoyo.
¡Nos vemos la próxima semana!