sábado, 28 de julio de 2018

Evolución

La palabra habla por sí sola y creo no requiere mucha más explicación. Lo cierto es que no es tan simple como la mayoría cree, ni tan difícil como nos quieren hacer ver.

Sin más preámbulo, "El Libro de la Naturaleza" nos presenta:



Evolución y Diversidad


Nos ayuda un poco a aclarar cómo es que en la Tierra la vida es tan diversa y cambiante. Todo se relaciona con la adaptación, algo que ocurre paulatinamente a lo largo de la historia, generación tras generación, y solo sería evidente a nuestros ojos si contásemos con una máquina del tiempo que nos permitiese viajar miles, o incluso, millones de años hacia adelante o hacia atrás en el tiempo.

La franquicia de "La Máquina del tiempo", novela de H.G. Wells publicada en 1895, adaptada a la pantalla grande en 1960 y 2002, podría darnos una idea bastante cercana al tema de la evolución a través del tiempo (para aquellos que gustan de la ciencia ficción); sin embargo,  un clásico de culto es "2001: Odisea del Espacio". Pese a ser una película de ciencia ficción, aborda temas como la evolución humana, la tecnología, la inteligencia artificial y la vida extraterrestre. Marcó un hito por su notable realismo científico para la época, aunque es algo difícil de entender la primera vez que la vez.

Retomando lo nuestro, la paleontología ha sido de gran ayuda para comprender la evolución de las especies, pero las tesis del biólogo francés Jean-Baptiste Lamarck, y de los naturalistas británicos Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, han sido la luz en nuestro túnel de comprensión de la vida en el planeta.


Lamarck (ver imagen al costado), en el siglo XVIII, postuló que la vida evolucionó de lo simple a lo complejo; los conceptos de su teoría fueron el punto de partida para las postulaciones de Darwin. El cómo y el por qué, los invito a averiguarlo por su cuenta, pero les dejo una pista: tiene relación con el anatomista escocés Robert Grant, quien fue tutor de Charles Darwin.



Darwin y Wallace (ver imagen al costado), en el siglo XIX (mediados), plantearon, cada uno por separado, la teoría de la evolución por selección natural, la que publicaron al mismo tiempo. La pregunta que sigue es: ¿por qué se da énfasis a Darwin en la escuela? Pues resulta que este señor, una año después (en 1859), amplió su teoría y publicó "El Origen de las especies". Estas teorías y postulados los revisaremos con mayor profundidad en el próximo episodio. Mientras tanto, les invito, mis queridos lectores, a retroceder un poco en el tiempo.

El origen de la vida

Ya habíamos comentado que la vida comenzó en los océanos hace unos 3.800 millones de años; también aclaramos que todo fue evolucionando desde lo más simple a lo más complejo, pero todo ocurrió únicamente cuando aparecieron los primeros bosques y animales terrestres (invertebrados).

Pues bueno, en tema de evolución, los períodos que más resuenan son dos: el Mesozoico (hace 250 millones de años) y el Cenozoico (hace 65 millones de años): hablamos de la evolución de plantas y animales, junto al reemplazo de los reptiles por los mamíferos tanto en los mares como en la tierra. Finalmente todos tenemos un mismo origen.

¿Dudas? Quizás le parezca interesante saber que pese  ser todos de especies diferentes, hay ciertos aspectos de nuestra naturaleza que son bastante similares. Para ello únicamente es necesario comparar la disposición ósea y muscular de las ancas de una rana, el ala de una lechuza, el brazo de un chimpancé y la aleta de un delfín. Encontrará que derivan de un mismo plan básico de desarrollo y de los mismos genes. Curioso, ¿no le parece?

¡En fin! Ya saben que no es mi estilo atosigarles con demasiada información en una sola publicación, así que por el momento les agradezco la lectura y les invito a permanecer atentos al próximo episodio.

¡Hasta la próxima!

sábado, 21 de julio de 2018

Como en "Érase una vez a vida"

Pueden llamarme exagerada, pero sinceramente creo que el misterio de la vida es lo más maravilloso que existe. Tan complejo y perfecto. De hecho, cuando estudié este capítulo de la enciclopedia no pude evitar recordar aquella serie de origen francés que hablaba sobre la existencia de la vida: Érase una vez la Vida. Lo cierto es que el capítulo de hoy no habla sobre el cuerpo humano (que era el tema principal de esa serie al final de cuentas), pero para mí fue inevitable recordar algo que marcó mi infancia (y probablemente la de muchos otros).

Sin más los dejo con el episodio de hoy que se titula:


Orígenes de la Vida



La enciclopedia que estamos utilizando como guía para nuestro repaso (referencia en primer episodio), comienza el capítulo con la pregunta "¿Qué es la vida?"; ciertamente es una interrogante de interés y con múltiples respuestas, pero, naturalmente, estamos hablando del origen de la vida como tal. Desde esta perspectiva, podemos decir, aunque suene a frase trillada, que el origen de la vida está en la célula. 

¿Cuántos años de nuestra vida escolar invertimos estudiando la célula?

La célula es la unidad fundamental de la vida, se replica y realiza todos los procesos vitales. Hasta el organismo más pequeño tiene una, y casi todas ellas cuentan con información o instrucciones propias. Esa información está en los genes en forma de una molécula llamada ácido desoxirribonucleico, mejor conocido como ADN. Resulta que el ADN es el que transmite la información de una generación a otra; por lo tanto, sí, es importante.

Ahora vamos a volver al ingrato misterio de las clasificaciones, pues la información que se transmite gracias a las células a permitido la existencia d una amplia gama de vida terrestre; de esta manera encontramos tres grandes dominios: arqueas, bacterias y eucariotas (desde plantas y hongos a los animales).

¿Recuerdan esto de la escuela?



Arqueas y bacterias están compuestos por procariotas, que probablemente fueron las primeras formas de vida sobre la tierra.
Los procariotas son unicelulares y no tienen núcleo.




Los eucariotas son más avanzados y se distinguen por poseer un núcleo que contiene el ADN (ya aclaramos que es el material genético).
Lo interesante de los eucariotas es que varían en tamaño y forma, desde organismos unicelulares (una célula) hasta complejos animales y plantas multicelulares.

Un dato curioso es que los virus, que abundan en el planeta, están en la frontera de lo vivo y no no vivo; así que ciertamente serían lo más cercano a los zombies. Tienen información genética pero no son capaces de reproducirse, por lo que requieren de otro ser vivo para hacerlo. Es que la capacidad de crecer y repararse es un o de los rasgos clave de la vida, lo mismo que reproducirse.

Para conservarse, la vida necesita energía (naturalmente), esta circula por la cadena trófica, y todo comienza por la fotosíntesis.

Ahora volvamos al origen de la vida.

Anteriormente les mencioné que la vida había comenzado en los mares, y eso fue hace unos 3.800 millones de años (al menos de allí datan las pruebas fósiles de la vida primitiva). Desde entonces los organismos han ido evolucionando paulatinamente hasta lo que vemos hoy. Pero eso de la evolución lo veremos en el próximo episodio.

Hasta aquí por ahora, recuerden que es un pequeño repaso a la vez.
Como siempre muchas gracias por la lectura y nos vemos en la siguiente ocasión.

lunes, 9 de julio de 2018

La humanidad

Quien me conozca bien, podría decirles que no soy de relacionarme con muchas personas al mismo tiempo (odio los grupos masivos). Disfruto de la paz y la tranquilidad, y si éstas están asociadas a extensos terrenos silvestres, sin señales de la civilización, fuera del internet, pues estaríamos hablando de mi panorama perfecto. Por desgracia, para mí, como individuo perteneciente a la población humana, me es complejo subsistir sin el contacto con otros. Recuerden que los niveles de la vida están caracterizados por individuos, que en conjunto constituyen poblaciones que se inter-relacionan entre sí y conforman comunidades, las que en interacción con su espacio físico constituyen los ecosistemas que garantizan el flujo de la vida en el plantea. En otras palabras, la existencia de la vida misma depende de una relación equilibrada entre todas las partes que la conforman.

Lo anterior me lleva a plantear mi problemática, asociada con el capítulo de hoy. Ya les habían mencionado que guardo la persistente esperanza que de una vez por todas los seres humanos comprendamos que no somos los únicos en el planeta; al menos me gustaría que eso ocurriese en un corto a mediano plazo, pues no creo que contemos con tiempo de sobra para corregirlo... si es que aún podemos.

El capítulo de hoy, se titula: 


Impacto Humano



Ya les había comentado que como seres humanos, estamos constituidos en distintas razas (por que sí... son razas al fin y al cabo). La población de cada país del globo ha aumentado considerablemente con el paso de los años, y dudo que eso se detenga súbitamente.

En un episodio anterior, ya tratamos el tema de los cambios climáticos en el planeta, y también hablamos sobre el famoso efecto invernadero. Pues bien, hasta este momento habíamos acordado que ambos procesos eran normales y parte del desarrollo habitual de la vida en la Tierra; ahora es momento de agregar el factor no considerado.


La presencia de nosotros como seres humanos a comenzado a provocar estragos en el equilibrio de la vida ya desde la Revolución Industrial. La minería, el uso de combustibles fósiles, la tala de los bosques y la cría de ganado son algunas de las causas de que la gran liberación de gases de dióxido de carbono y otros gases a la atmósfera, causen el perpetuo efecto invernadero el día de hoy.

¿Si recuerdan que los gases invernaderos atrapan la energía solar y elevan la temperatura de los océanos, la tierra y el aire?


Ya sabemos que el agua es un elemento fundamental para la vida en el planeta; los dos tercios de él están constituidos por los océanos, que hoy en día ven afectadas sus cadenas tróficas por la sobre-explotación pesquera y la contaminación de sus aguas. El agua de los océanos no solo es fundamental para los seres vivos que habitan en ella sino que también para los que se encuentran en tierra. Recordemos que las cadenas alimenticias están conectadas entre sí. Además, no podemos olvidar que las corrientes oceánicas también tienen influencia en los cambios climáticos.

Anteriormente, también les había explicado lo importante que es la atmósfera para nuestra existencia, y la de todos los otros seres vivos en la Tierra. Pero, ¿creemos a caso que nuestra presencia no la ha afectado?

Al igual que a los océanos, el ser humano ha arrojado contaminantes por miles de años a la atmósfera; de hecho, los últimos 200 años los gases y partículas químicas liberados por los seres humanos han provocado consecuencias tales como esmog y lluvias ácidas. ¿A alguien más le ha llamado la atención que incluso en las costas se observan grandes cantidades de esmog? El pobre océano ya no es capaz de purificar nuestra basura.

¿Alguien más extraña los paisajes verdes? El aumento desmedido de las poblaciones ha tenido como consecuencia la casi extinción de la flora terrestre en numerosas zonas del globo. Es que hoy en día es más fácil encontrar una urbe que una arboleda. La buena noticia es que los gritos de consciencia con el medio ambiente están dado frutos y ya hay muchos que luchan por preservar hábitats naturales. Ojalá el muchos, muy pronto se convierta en todos, o ya podemos empezar a olvidarnos del mañana.

¿Sabías que si buscas "humanos y extinción" en google, encontrarás más de 16 millones de resultados?

Lamentablemente, hoy en día es casi imposible separar ambos conceptos. Ciertamente es algo triste, pero real. El ser humano es responsable de la desaparición de muchas especies del planeta.

El término extinción, de acuerdo a la Real Academia Española (alias RAE) se relaciona con el acto de hacer que cesen o se acaben del todo ciertas cosas que desaparecen gradualmente. La vida es una de esas cosas.

Nuestra intervención ha provocado cambios más que acelerados en el planeta y, por consiguiente, la incapacidad de algunos organismos para adaptarse a esos cambios ambientales ha llevado a una gran rotación de especies. Podrían estar pensando que es la ley de la vida y que solamente sobreviven los más aptos; sin embargo, conforme la población humana aumenta, numerosas especias han acabado por desaparecer o entrar en peligro de hacerlo (recuerden que además de contaminar, a muchos humanos les gusta cazar por diversión y/o dinero).




En definitiva la historia de hoy es un poco pesimista, pero curiosamente es el quinto capítulo de la enciclopedia, así que ya se pueden ir imaginando la relevancia que ha ido adquiriendo nuestra incapacidad para vivir equilibradamente con nuestro entorno.

Bueno, no quiero deprimirlos más (ni a mí tampoco), hablando sobre este tema. Ya más adelante iremos resolviendo y atando los cabos sueltos que queden hoy y que han quedado de los capítulos anteriores. Con paciencia todo se consigue, pero no duden en plantear sus interrogantes y comentarios, que siempre son bienvenidos.

Que estén muy bien y nos vemos en un próximo episodio.

lunes, 2 de julio de 2018

Habitando el mundo

No sé ustedes, pero recuerdo que cuando estaba en la escuela se me dificultaba un tanto comprender todo ese tema de la biodiversidad. Supongo que en ese tiempo era algo difícil de dimensionar, al menos para mi infantil cabecita. Hoy, me parece comprender el por qué.

¿Cómo pretenden que un infante, cuyo mayor conocimiento sobre el mundo está limitado a lo visto y escuchado en televisión y vacaciones familiares, comprenda la relevancia de la biodiversidad para nuestro planeta?

Debo decir que he tenido la fortuna de viajar dentro y fuera de mi país, teniendo contacto con diferentes lugares e individuos, lo que me ha permitido concientizar de mejor manera todo lo que me rodea.

Por supuesto debemos entender que la complejidad de razonamiento es, sin duda, mayor en un adulto que en un niño (siempre considerando que algunos adultos nunca maduran). Entonces, me pregunto, qué tan en serio toma un pequeño de diez años el documental sobre especies en peligro de extinción que acaban de pasar en la tv; aunque bien podríamos preguntarnos lo mismo en relación al adulto promedio. ¿Si quiera tenemos tiempo para verlo? También hay que considerar que, hoy en día, la televisión despersonaliza la mayoría de las cosas.

Particularmente se me ha revuelto un poco la tripa (de preocupación, claramente) mientras estudiaba los contenidos del día. Me gustaría saber qué le produce a ustedes el siguiente episodio:


Hábitats del Mundo


Los hábitats permiten que la vida (animal y vegetal) sea diversa. Contamos con una gran variedad de ellos: desde los océanos hasta las montañas, y desde los más desérticos a los más húmedos. Es aquí donde poco a poco comenzamos a hablar de biodiversidad: los distintos ambientes permiten muchos tipos de vidas en un mismo hábitat.

Recuerden que toda la vida comenzó en las aguas, y que su paulatina intrusión en la tierra fue modificando los ambientes, por medio de la colonización.

Ya les había dado la lata con eso de que todo lo bello y perfecto venía en capaz. ¡Así es! La vida no es la excepción a esta regla inventada por mí.

¡Ah! La vida tiene niveles, algo parecido a las capas. ¿Por qué? Pues resulta que rara vez los seres vivos vivimos en forma aislada; los niveles de la vida surgen por la interacción entre nosotros. Entonces, otra vez, veamos si los humanos entendemos que no somos los únicos en el planeta y que sólo nosotros no somos suficientes como para hacerlo funcionar.

Si se estaban preguntando cuándo haría un repaso de los niveles de la vida, les aclaro que ahora es ese momento:


Individuo: como tú y como yo. El detalle fundamental es que un individuo generalmente es independiente y su vida se restringe a un hábitat.
Los humanos estamos casi en todos lados, eso dices tú. Pero no todos somos iguales, somos diferentes especies de lo mismo.




Población: es un grupo de individuos de la misma especie que comparten un área específica y se reproducen entre sí.
No es muy complicado.


Comunidad: conjunto de poblaciones (animal y vegetal) que habitan un área determinada en forma natural.
Ojalá alguien le recordase a las autoridades que cuando hablan de representar a una comunidad, eso incluye a las plantas y otros animales. Hoy en día esa, junto con otras muchas palabras, está muy mal utilizada.





Ecosistema: conjunto entre la comunidad y su entorno físico, con sustento mutuo (ojo con eso).



Bioma: ecosistemas desarrollados con condiciones climáticas y de terreno, similares, pero en distintas partes del mundo.

¿Cómo diferenciar los biomas? Por el tipo de vegetación, el clima, la geografía y topografía. ¿Ya se dieron cuenta? Incluso los hábitats caen en la fría y calculadora ley universal de la clasificación; gracias a ella podemos distinguir principalmente diez tipos de biomas que existen. (Les invito a hacer click sobre el mapa cuantas veces gusten).





Pradera: Y no estoy hablando de "La casita en la pradera". Este bioma no tiene muchos árboles, pero su suelo es muy fértil; un buen ejemplo es la Sabana (como en la foto).





Regiones polares: ¡Si! Ártica y Antártica. Aquí está el ejemplo de lo extremo: luz continua en verano y noche perpetua en invierno. Lo que sobra es la nieve y el hielo; cuenta con desiertos polares donde escasean las lluvias.


Océanos: Aquí se van 2/3 del planeta. Grande, ¿verdad? Tanto que acogen formas de vida muy diversas, algunas de ellas todavía desconocidas.
No solo son el hábitat más extenso, sino que también el hogar de uno de los mamíferos más grandes del mundo: la ballena azul.


Arrecifes de coral: son como las selvas tropicales del mundo acuático. Están conformados por esqueletos de organismos marinos y albergan gran variedad de vida. Películas como "Buscando a Nemo" y "El Espanta Tiburones", los han utilizado como parte de sus escenarios.

 Ríos y Humedales: están saturados de agua (permanentemente o por estación) y se alternan con sectores de vegetación densa. Hay un corto de Estudios Ghibli que trata sobre la vida en un humedal.


Montañas: ciertamente no requieren de mucha explicación; sin embargo, aquí algunos datos curiosos: pueden alcanzar casi los 9 km sobre el nivel del mar, y podrías observar en ellas muchos tipos de climas debido a las diferencias de altitud.




Bosques de coníferas: dentro de sus especies están los árboles más resistentes del mundo, esos de hoja pequeña y perenne; gustan de climas montañosos y fríos.





Bosques templados: los encontramos entre los trópicos y los polos. Cuentan con gran biodiversidad, pero están en peligro de extinción debido a la tala indiscriminada.




Bosques tropicales: aquellos que cuentan con la mayor variedad de vida salvaje. Solo los encontramos en las zonas cálidas. Al igual que los bosques templados, se encuentran amenazados.



Desiertos: no lluvias, suelo estéril. Son 1/3 del paisaje terrestre y en aumento. ¿El más grande del mundo? El Sahára, en África.



Les dije que eran al menos diez tipos, aunque el mapa superior muestra muchos más, pero estos son los principales. Ahora bien, uno más y otros menos, todos amenazados por los humanos. ¡Realmente triste! ¿Por qué si también vivimos gracias a su existencia? Una buena pregunta, sin duda.

Lo dejaremos hasta aquí por hoy. Recuerden que "En mi planeta vivo" podrán encontrar la referencia del contenido.

Muchísimas gracias por la lectura. ¡Hasta el próximo episodio!