domingo, 27 de septiembre de 2009

Inmigración: un rechazo sin justificación

Se sabe que la migración es el movimiento de personas de un lugar a otro, dentro de la cual se consideran la emigración e inmigración; esta última sucede cuando personas que provienen de otro lugar ingresan a un país o región. En Chile, esta movilización de personas fue principalmente desde Europa y Medio Oriente, durante los siglos XIX y XX; sin embargo, en la actualidad, los inmigrantes son principalmente de origen americano, específicamente de Latinoamérica y Estados Unidos.

Para los chilenos, hablar de inmigración es un tema áspero que, la mayoría de las veces, implica polémica. Se considera que los inmigrantes constituyen una amenaza para la sociedad en muchos aspectos, dentro de los cuales destacan la disminución en las oportunidades laborales y el aumento de la delincuencia e inseguridad ciudadana.

Sin embargo, la población de inmigrantes solo representa un 1,8% de la nacional; una cifra que viene a ser insignificante en comparación a países como España, donde la tasa de inmigrantes representa un 11,3% de la población. Por lo que muchos de los argumentos que utiliza el chileno promedio en contra de la inmigración no son justificados por la estadística.

Entonces, ¿de dónde proviene el rechazo a la inmigración? Son diversas las opiniones planteadas al respecto, entre ellas destaca la hipótesis de que es un comportamiento heredado desde la época colonial y que se ha fomentado a partir de las guerras con los países vecinos. De esta manera, solo basta analizar la diferencia en el comportamiento del chileno frente a un inmigrante europeo y un inmigrante latinoamericano. Donde el primero es tratado con pleitesía, más aún si este es rubio y de ojos azules; por otro lado, el latinoamericano, de tez morena, suele ser tratado con desdén, del mismo modo en que un criollo trataría a un indígena en el siglo XVII.

Finalmente, la razón del rechazo a la inmigración podría justificarse por medio de la idiosincrasia chilena. Ya que, claramente, no da lo mismo ser un inmigrante europeo que uno latinoamericano, el cual despierta fervores nacionalistas y aviva vestigios de discriminación colonial. Esto solo demuestra que aún queda un largo camino para ver como quieren en Chile, al amigo cuando es forastero.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Experimentación animal

La experimentación con animales es uno de los temas más polémicos y que ha levantado algunas de las discusiones más acaloradas y apasionadas de la historia. Desde el siglo II d. C., los científicos han utilizado a los animales de laboratorio para investigar procesos biológicos de los seres humanos, causas de enfermedades y testear fármacos, vacunas y técnicas quirúrgicas. También desde entonces se ha considerado el hecho de utilizar animales para experimentar como un proceso cruel, inmoral e innecesario.

A pesar de que las investigaciones pueden realizarse con cultivos de laboratorio o con formas simples de vida como las bacterias, los científicos alcanzan resultados más satisfactorios mediante la utilización de ratas, ratones, aves, primates, conejos, cerdos, hámsters, conejillos de India e incluso aquellos cercanos como los perros y gatos. Ello se debe a que estos animales funcionan esencialmente como los seres humanos y, por lo tanto, proporcionan buenos modelos para realizar experimentos y explorar los principales órganos del cuerpo, la función del sistema nervioso y el papel de los microorganismos en la aparición de las enfermedades.

En cada experimento se utilizan animales sanos a los que se les provoca una enfermedad para ser sometidos a cruentas pruebas en busca de la mejor cura y/o intervención quirúrgica. Este proceso resulta sumamente doloroso y cruel, ya que al animal solo le espera morir como víctima del experimento o ser sacrificado porque ha dejado de ser útil.

Los defensores de la experimentación animal señalan que gracias a las prácticas con animales, los estudiantes de medicina pueden aprender ciertos procesos fisiológicos, características anatómicas y adquirir habilidades en el área quirúrgica y clínica. Además, la investigación con animales ha permitido grandes avances en la medicina, encontrando alivio para patologías que resultaban inmanejables, tales como la enfermedad de Parkinson y la esquizofrenia. Sin embargo, la experimentación con otro ser vivo, cuando este siente dolor, es cuestionable aún si se parte de la premisa de que el bienestar humano es un bien superior.

En Chile, la discusión sobre la experimentación animal permanece vigente, pero sin acciones legales. Desde septiembre de 2003 se tramita un proyecto de ley que regula la conducta de maltrato o crueldad con los animales; sin embargo, dicho proyecto, aún permanece bajo moción en la Cámara de Senado y sin carácter de urgencia.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Experimentación animal

La utilización de animales en la experimentación científica de fármacos y tratamientos médicos es cruel, inmoral e innecesaria.


La experimentación con animales es uno de los temas más polémicos y que ha levantado algunas de las discusiones más acaloradas y apasionadas de la historia. Desde el siglo II d.C., los científicos han utilizado los animales de laboratorio para investigar procesos biológicos en los seres humanos, causas de enfermedades y testear fármacos, vacunas y técnicas quirúrgicas. También desde entonces se ha considerado el hecho de utilizar animales para experimentar como un proceso cruel, inmoral e innecesario.

A pesar de que las investigaciones pueden realizarse con cultivos de laboratorio o con formas simples de vida como las bacterias, los científicos refieren que alcanzan resultados más satisfactorios mediante la utilización de ratas, ratones, aves, primates, conejos, cerdos, hámsters, conejillos de india e incluso aquellos cercanos como los perros y gatos. Ello se debe a que éstos animales funcionan esencialmente como los seres humanos y, por lo tanto, proporcionan buenos modelos para realizar experimentos y explorar los principales órganos del cuerpo, la función del sistema nervioso y el papel de los microorganismos en la aparición de las enfermedades.

En cada experimento se utilizan animales sanos a los que se les provoca una enfermedad para ser sometidos a cruentas pruebas en busca de la mejor cura y/o intervención quirúrgica. Este proceso resulta sumamente doloroso y cruel, ya que al animal solo le espera morir como víctima del experimento o ser sacrificado porque ha dejado de ser útil.

Los defensores de la experimentación animal señalan que gracias a las prácticas con animales los estudiantes de medicina pueden aprender ciertos procesos fisiológicos, características anatómicas y adquirir habilidades en el área quirúrgica y clínica. Además, la investigación con animales ha permitido grandes avances en la medicina, encontrándose alivio para patologías que resultaban inmanejables, tales como la enfermedad de Parkinson y la Esquizofrenia. Sin embargo, la experimentación con otro ser vivo, cuando éste siente dolor, es cuestionable aún si se parte de la premisa de que el bienestar humano es un bien superior.

En nuestro país, la discusión sobre la experimentación animal permanece en boca de todos, pero sin acciones legales. Desde septiembre de 2003 se tramita un proyecto de ley que regula la conducta de maltrato o crueldad con lo animales; sin embargo, dicho proyecto, aún permanece bajo moción en la cámara de senado y sin carácter de urgencia.