viernes, 21 de diciembre de 2018

Un Mundo en Miniatura

Querido lector, ¿ha notado que las cosas más importantes muchas veces pasan desapercibidas? Es que solemos ignorar aquello que no vemos.

   Los organismos microscópicos fueron los primeros seres vivos en la Tierra; ellos sostienen todos los ecosistemas del mundo al liberar y reciclar nutrientes para otras formas de vida, como nosotros. Así, hay dos grandes grupos a los que me gustaría que les prestase atención: procariotas y  protistas. 



Un Mundo en Miniatura

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    ¿Sabía que si un extraterrestre viene a nuestro planeta, concluiría que sus amos y señores con los procariotas? ¡No se alarme! Sucede que ellos son más numerosos y diversos, habitan hasta en el rincón más recóndito del planeta.

    En caso de que no lo supiera, los procariotas fueron unos de los primeros en el planeta, son organismos unicelulares (sus pequeñas células carecen de núcleo), pero a pesar de ser tantos, suelen ser solitarios.

    Si repasamos algunos conocimientos básicos de biología, recordará usted que todas las formas de vida poseen información llamada ADN, pero como ya mencionamos, los procariotas carecen de núcleo y mitocondria, diferenciándose de esa manera de las eucariotas. Además, son casi ochenta veces más pequeños que el grosor de un cabello humano, por lo que solamente podemos verles a través de un microscopio. 


  Procariotas son las arqueas y las bacterias.

    Son extremadamente resistentes; de hecho, sobreviven desde el último rincón de la biosfera hasta lo más profundo del océano, soportando temperaturas extremas e, incluso, la radiación, gases venenosos y ácidos corrosivos. Usted pensaría que hablamos de una cucaracha, como la de la película de Wall-E, pero no, hablamos de procariotas; organismos microscópicos que se alimentan de materia muerta o a costa de otros organismos vivos. Comprendo que les precede su mala fama por causar enfermedades, pero resulta que también son esenciales para la salud, por ejemplo, tenemos bacterias en los intestinos que descomponen los alimentos y permiten la fabricación de nutrientes esenciales. No olvide lo que le mencioné al principio del artículo: sostienen todos los ecosistemas del mundo.

    Pero también está la otra cara de la moneda, la que no es tan numerosa pero igualmente importante. ¡Sí, así es! Las eucariotas, y dentro de ellas, le destaco las protistas (desde las amebas hasta sargazos gigantes); definitivamente son más complejos que las procariotas y producen la mayor parte del alimento y oxígeno de la tierra.

    Tengo que aclararle que las protistas son, en su mayoría, unicelulares, y se diferencian de las procariotas por poseer núcleo (que nunca se le olvide). No son tan complejos como otros eucariotas que mencionaremos más adelante, hablamos de plantas, hongos y animales, pero incluyen una enorme gama de formas de vida. Naturalmente tampoco podemos verles, son tan pequeños como para infestar glóbulos rojos, pero hay otros que son tan grandes (sargazos - un alga -) que llegan a medir metros, esos es imposible que no los veamos. Dos conocidos ejemplos de protistas son: las amebas y el plancton.

    Un rol interesante de los protistas es que desempeñan un papel vital en la fotosíntesis y en el reciclado de materia. Sin embargo, como a todos los microorganismos, se les conoce más por su papel negativo sobre la salud, como en la causa de la malaria, la enfermedad del sueño y la marea roja.

Protistas son las amebas y afines, los flagelados, rizarios, alveolados, heterocontos, y algas rojas y verdes. 


    Como siempre, este es solo un pequeño recordatorio y revisión de El Libro de la Naturaleza de editorial DK; sin embargo, le animo a visitar los link ocultos dentro del artículo para aprender más cosas.

    Ya sabe que siempre agradezco su lectura y le invito a visitar otras secciones del blog. Comente, deje su "me gusta" y comparta.

¡Hasta la próxima!

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