El Árbol de la Vida
Regresemos a lo nuestro, como le comentaba, ya en 1766 un señor alemán nos otorgó el mejor de los obsequios, un mapa. ¡Sí! El árbol de la vida es un mapa de la vida en la tierra. Con el tiempo éste modelo, como todo en nuestro mundo, ha sufrido algunas modificaciones (generalmente asociadas a su crecimiento) gracias al incremento y desarrollo de las teorías evolutivas. De hecho, el primero en dibujar un árbol de la vida que reflejaba el concepto evolutivo fue nuestro amigo Charles Darwin, por allí por 1837, y que posteriormente lo perfeccionó y publicó en su conocida obra "El origen de las especies", en 1859.
¿Recuerda que en el capítulo anterior comentamos que hoy en día también se echa mano al ADN para clasificar las especies? También tenemos a las computadoras para dibujar los árboles de la vida o cladogramas. Los datos crecen constantemente, y del mismo modo lo hacen los árboles, pues a medida que la vida microscópica se conoce mejor, los árboles de la vida sufren cambios (nótese que hablo en plural).
Aunque no todo es alegría y maravillas con el árbol de la vida, también está la otra cara de la moneda, la que muestra pena y desolación. Resulta difícil realizar un mapa de todas las formas de vida, pues el 95% de las especies se ha extinguido.
¿Qué? ¡Tantas!
Apuesto que eso mismo pensó usted cuando leyó el porcentaje. Mi querido lector, no, no me he equivocado en escribirlo. Recuerde, por ejemplo, que a finales del período Cretácico hubo una extinción masiva, la de los dinosaurios. De hecho, hasta la fecha nuestro planeta ha sufrido, al menos unas seis extinciones masivas; y nuestra super capacidad de destrucción nos promete más en el futuro. Al menos todavía nos quedan los mapas, para mostrarnos a nosotros y nuestros hijos lo que alguna vez fue.
Ahora me pregunto como mira usted su entorno vivo en este momento, mi estimado lector. Por mi parte lo veo todo con todavía más respeto que antes y espero que los esfuerzos que estamos comenzando a hacer para ayudar al planeta no hagan más que crecer y permitirnos proteger el 5% que todavía nos queda. Por el momento solo puedo agradecer su fiel lectura e invitarle a continuar este viaje conmigo. Pronto comenzaremos a recorrer el siguiente capítulo de "El Libro de la Naturaleza"
¡Oh, sí!
Esto se viene para largo, solo nos detendremos con "La Tierra Viva" para iniciar el siguiente capítulo de nuestra historia:
Minerales, rocas y fósiles.
¡Hasta la próxima!
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¡Hola!
Muchas gracias por tu comentario.
Si el sistema de blog me lo permite (porque a veces me da problemas), te responderé en cuanto sea posible.
Otra vez, muchas gracias. ¡Hasta la próxima!