¿Cómo pretenden que un infante, cuyo mayor conocimiento sobre el mundo está limitado a lo visto y escuchado en televisión y vacaciones familiares, comprenda la relevancia de la biodiversidad para nuestro planeta?
Debo decir que he tenido la fortuna de viajar dentro y fuera de mi país, teniendo contacto con diferentes lugares e individuos, lo que me ha permitido concientizar de mejor manera todo lo que me rodea.
Por supuesto debemos entender que la complejidad de razonamiento es, sin duda, mayor en un adulto que en un niño (siempre considerando que algunos adultos nunca maduran). Entonces, me pregunto, qué tan en serio toma un pequeño de diez años el documental sobre especies en peligro de extinción que acaban de pasar en la tv; aunque bien podríamos preguntarnos lo mismo en relación al adulto promedio. ¿Si quiera tenemos tiempo para verlo? También hay que considerar que, hoy en día, la televisión despersonaliza la mayoría de las cosas.
Particularmente se me ha revuelto un poco la tripa (de preocupación, claramente) mientras estudiaba los contenidos del día. Me gustaría saber qué le produce a ustedes el siguiente episodio:
Hábitats del Mundo
Los hábitats permiten que la vida (animal y vegetal) sea diversa. Contamos con una gran variedad de ellos: desde los océanos hasta las montañas, y desde los más desérticos a los más húmedos. Es aquí donde poco a poco comenzamos a hablar de biodiversidad: los distintos ambientes permiten muchos tipos de vidas en un mismo hábitat.
Recuerden que toda la vida comenzó en las aguas, y que su paulatina intrusión en la tierra fue modificando los ambientes, por medio de la colonización.
Ya les había dado la lata con eso de que todo lo bello y perfecto venía en capaz. ¡Así es! La vida no es la excepción a esta regla inventada por mí.
¡Ah! La vida tiene niveles, algo parecido a las capas. ¿Por qué? Pues resulta que rara vez los seres vivos vivimos en forma aislada; los niveles de la vida surgen por la interacción entre nosotros. Entonces, otra vez, veamos si los humanos entendemos que no somos los únicos en el planeta y que sólo nosotros no somos suficientes como para hacerlo funcionar.
Si se estaban preguntando cuándo haría un repaso de los niveles de la vida, les aclaro que ahora es ese momento:
Individuo: como tú y como yo. El detalle fundamental es que un individuo generalmente es independiente y su vida se restringe a un hábitat.
Los humanos estamos casi en todos lados, eso dices tú. Pero no todos somos iguales, somos diferentes especies de lo mismo.
Población: es un grupo de individuos de la misma especie que comparten un área específica y se reproducen entre sí.
No es muy complicado.
Comunidad: conjunto de poblaciones (animal y vegetal) que habitan un área determinada en forma natural.
Ojalá alguien le recordase a las autoridades que cuando hablan de representar a una comunidad, eso incluye a las plantas y otros animales. Hoy en día esa, junto con otras muchas palabras, está muy mal utilizada.
Ecosistema: conjunto entre la comunidad y su entorno físico, con sustento mutuo (ojo con eso).
Bioma: ecosistemas desarrollados con condiciones climáticas y de terreno, similares, pero en distintas partes del mundo.
¿Cómo diferenciar los biomas? Por el tipo de vegetación, el clima, la geografía y topografía. ¿Ya se dieron cuenta? Incluso los hábitats caen en la fría y calculadora ley universal de la clasificación; gracias a ella podemos distinguir principalmente diez tipos de biomas que existen. (Les invito a hacer click sobre el mapa cuantas veces gusten).
Pradera: Y no estoy hablando de "La casita en la pradera". Este bioma no tiene muchos árboles, pero su suelo es muy fértil; un buen ejemplo es la Sabana (como en la foto).
Regiones polares: ¡Si! Ártica y Antártica. Aquí está el ejemplo de lo extremo: luz continua en verano y noche perpetua en invierno. Lo que sobra es la nieve y el hielo; cuenta con desiertos polares donde escasean las lluvias.
Océanos: Aquí se van 2/3 del planeta. Grande, ¿verdad? Tanto que acogen formas de vida muy diversas, algunas de ellas todavía desconocidas.
No solo son el hábitat más extenso, sino que también el hogar de uno de los mamíferos más grandes del mundo: la ballena azul.
Arrecifes de coral: son como las selvas tropicales del mundo acuático. Están conformados por esqueletos de organismos marinos y albergan gran variedad de vida. Películas como "Buscando a Nemo" y "El Espanta Tiburones", los han utilizado como parte de sus escenarios.
Ríos y Humedales: están saturados de agua (permanentemente o por estación) y se alternan con sectores de vegetación densa. Hay un corto de Estudios Ghibli que trata sobre la vida en un humedal.
Montañas: ciertamente no requieren de mucha explicación; sin embargo, aquí algunos datos curiosos: pueden alcanzar casi los 9 km sobre el nivel del mar, y podrías observar en ellas muchos tipos de climas debido a las diferencias de altitud.
Bosques de coníferas: dentro de sus especies están los árboles más resistentes del mundo, esos de hoja pequeña y perenne; gustan de climas montañosos y fríos.
Bosques templados: los encontramos entre los trópicos y los polos. Cuentan con gran biodiversidad, pero están en peligro de extinción debido a la tala indiscriminada.
Bosques tropicales: aquellos que cuentan con la mayor variedad de vida salvaje. Solo los encontramos en las zonas cálidas. Al igual que los bosques templados, se encuentran amenazados.
Desiertos: no lluvias, suelo estéril. Son 1/3 del paisaje terrestre y en aumento. ¿El más grande del mundo? El Sahára, en África.
Les dije que eran al menos diez tipos, aunque el mapa superior muestra muchos más, pero estos son los principales. Ahora bien, uno más y otros menos, todos amenazados por los humanos. ¡Realmente triste! ¿Por qué si también vivimos gracias a su existencia? Una buena pregunta, sin duda.
Lo dejaremos hasta aquí por hoy. Recuerden que "En mi planeta vivo" podrán encontrar la referencia del contenido.
Muchísimas gracias por la lectura. ¡Hasta el próximo episodio!
Está buenísimo
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
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