Lo Primero es lo primero: pasajes, alojamiento y maletas
Es probable, mi estimado lector, que usted no esté familiarizado con la forma de viajar de los otros. ¿A quién le importa cómo viajan los demás? Cada uno de nosotros tiene un sistema único y funcional para organizar (o no) su propio viaje. Hay quienes prefieren dejarlo todo en manos de una agencia, otros tantos preferimos armar las cosas a nuestra medida y bajo nuestras condiciones. Finalmente, no importa la metodología, todo se relaciona con el ensayo y error.
La primera vez que viajamos a Paris, optamos por aerolíneas conocidas y algo económicas (entre comillas, porque viajar nunca ha sido barato). ¡En fin! Nos fuimos por lo conocido y compramos pasajes de vuelo con escala. La segunda vez, por el contrario, gracias a la recomendación de un tercero, tomamos un vuelo directo con AirFrance. Aquí viene un detalle importante, las diferencias fueron abismales, fuera de la distinción entre aerolíneas, las que me parece no puedo expresar directamente por esta vía. Lo que sí puedo hacer es comentarle cómo fue mi experiencia con AirFrance. Me sorprendió enormemente con su buena atención, organización y puntualidad; además, la comida era muy rica y el trato por parte de los auxiliares de vuelo fue bastante cordial. Algo no menor al momento de escoger una aerolínea. Sin embargo, el mayor argumento a favor del vuelo directo es la ausencia de escalas.
Lo siguiente lo digo con mucho respeto, pero es tremendamente tranquilizador no tener que hacer alto en cierto país del continente americano, en donde parece ser requisito para trabajar en aeropuerto el practicar el deporte de maltrato al turista. Entenderá a qué me refiero cuando llegue a la caseta de inmigración Francesa; aquella fue la primera vez que un oficial de aduana me dedicó una sonrisa (ni en mi país lo he conseguido). El personal mantiene la seriedad de su cargo, pero también se ocupa de otorgar un trato cordial al turista y eso se agradece mucho, sobre todo después de cruzar el Atlántico y sus turbulencias. En otros lugares, debes incluso evitar respirar para que no te traten como basura. Es una pena, pero se lo digo con base en la experiencia, no hay nada mejor que pasar del país de origen directo al aeropuerto en Francia (sin intermediarios) para que el viaje sea placentero desde el comienzo.
Otro aspecto importante antes de viajar a cualquier parte, es tener claro donde alojará. Puede ser uno o varios lugares, pero la recomendación es tenerlo todo reservado antes de partir. Tripadvisor será su mejor amigo, no lo dude. Sé que esta sugerencia le parecerá bastante obvia, pero no se deje llevar por los comentarios positivos de un lugar; debe ir directo hacia los negativos, y analizar la causa y la fecha de cada comentario, pues es posible que descubra cosas interesantes sobre la infraestructura y/o el servicio del lugar que sean de peso al momento de tomar una decisión. Otro aspecto de relevancia, el cual también puede poner en práctica usando Booking, es revisar las fotografías tomadas por los visitantes; las del hotel generalmente son capturadas por profesionales y muestran el lado bello del alojamiento.
De las dos veces que he ido a Paris me he hospedado en hoteles diferentes (pese a que hubiese amado repetirme el plato); el primero fue Hotel d'Orsay Paris y el segundo fue Atlantic Hotel Paris. Personalmente me agradó más el primero; contaba con desayuno buffet con opción gluten free, el cual era bastante bueno y variado (valía su precio y más). El personal era cordial y daba solución oportuna a los inconvenientes, siempre de manera asertiva. El único detalle es que los fines de semana siempre está repleto y el sentido del humor se ennegrecía un poco por el exceso de turista. Su ubicación era privilegiada, quedaba cerca del Sena y de algunos puntos turísticos de interés.
En el segundo hotel, por otro lado, debo rescatar su ubicación, la cual era bastante buena, y las habitaciones eran amplias, pero la atención del staff de recepción empañó un poco la experiencia. Nos alojamos en una habitación triple, ya que la segunda vez éramos un grupo de tres personas, pero durante toda la estancia tuvimos problemas con la disponibilidad de toallas de baño. La mucama siempre dejaba dos en vez de tres y cada vez que íbamos a avisar a recepción había problemas. ¿En qué universo es culpa del pasajero que la mucama deje dos toallas en una habitación triple? La primera respuesta de cada recepcionista que nos atendió fue regañarnos por no avisar que no teníamos toallas suficientes. Digo yo, estábamos avisando en ese momento, entonces nunca entendí cuándo exactamente había que informarlo; luego pensé que quizás debía esperar a que la mucama ingresara para informarle a ella directamente que en una habitación triple por lo general se quedan tres personas. Por otro lado, el desayuno dejaba mucho que desear y no valía su precio.
En todo caso, mi estimado lector, cada uno tiene experiencias distintas en los hoteles, así que nuestro caso es uno de muchos que encontrará. Por eso le aconsejo leer también los comentarios negativos para tomar mejores decisiones.
Lo último que queda es hacer la maleta. Aquí no hay nada muy elaborado que pueda decir. En invierno, hace frío, la ropa térmica ayuda a pasarlo y el corta viento siempre es necesario; sin embargo, el arma definitiva son las cosas de lana (lana real, esos hechos por la abuela por ejemplo). Y, por supuesto, no puede olvidar su pañuelo o bufanda para mantener el cuello a temperatura (además está muy de moda).
A fines de verano y comienzo de otoño, por otro lado, asegúrese de llevar blusas o camisetas frescas, no olvide el corta viento (porque, sí, corre viento todo el año) y su pañuelo para dar el toque. En esta época no es fácil predecir el tipo de vestuario que debe llevar, por ejemplo, yo llevé un par de blusas con manga larga solo de paseo porque nunca tuve oportunidad de usarlas. ¡Ah! pero las gafas de sol y el bloqueador solar son algo que no se le puede quedar; aún en los días de lluvia acabará necesitándolos, pues el sol sale rápido y no es nada piadoso.
El paraguas no es de mucha utilidad, a menos que sea resistente al viento, de lo contrario, la probabilidad de que lo pierda trágicamente es muy elevada. Y, ¡atención damas! Las francesas parisinas siempre van muy arregladas, así que piense bien qué prendas llevará (para no ser menos), las que deben ser funcionales y ante todo cómodas, sobre todo el calzado (comodidad y estilo es la clave). Caminará bastante, porque no puede decir que conoció Paris si no caminó por sus calles, así que los tacones altos pueden no ser una buena idea.
De acuerdo, eso es todo lo que puedo comentar por el momento. Recuerde que si tiene dudas puede dejarme un comentario (a veces se tiene tanta información en la cabeza que alguna se pierde al momento de escribir).
¡Hasta la próxima y muchas gracias por la lectura!
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Tampoco es mi destino deseado, pero sin duda debe ser maravilloso por su romanticismo. Información muy importante para viajar. Gracias amiga.
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